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miércoles, 30 de noviembre de 2011

Salarios de médicos a precio de angula.

Los especialistas de cupo del ambulatorio ovetense de La Lila llegan a superar los 7.000 euros mensuales por trabajar dos horas y media diarias.

Más de 7.500 euros brutos al mes por una jornada laboral de dos horas y media diarias. Así de rentable es el tiempo de trabajo de uno de los médicos que pasan consulta en el ambulatorio ovetense de la Lila. Es el que más cobra, con notable diferencia sobre sus compañeros. Sin embargo, al menos otros dos facultativos rebasan los 5.000 euros mensuales. Y alrededor de una decena perciben entre 4.500 y 5.000. Todo ello por doce horas y media de trabajo semanales. 

El anterior Gobierno optó la pasada primavera por reducir el número de pacientes -que no de horas de trabajo- a 40 de estos médicos, quienes como consecuencia vieron mermados sus ingresos unos 600 euros mensuales de promedio. Con parte del ahorro obtenido -el total estaba estimado en casi 300.000 euros anuales- se decidió contratar a algunos facultativos para el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), centro al que fueron asignados los enfermos que se les quitaron a los del ambulatorio. Para estos contratados, la jornada laboral es la habitual de los facultativos de la sanidad pública: siete horas diarias, treinta y cinco semanales. 

Al médico que superaba los 7.500 euros al mes, la reestructuración le había restado casi 1.000. Para dos de ellos, le merma salarial sobrepasó los 1.000 euros. La reducción del sueldo estaba en función de la disminución del número de enfermos que tenían a su cargo. El Gobierno de Areces enfatizaba que esas cifras de pacientes estaban por encima del máximo legal. 

Ahora, tras el cambio de Ejecutivo autonómico, los responsables del Servicio de Salud del Principado (Sespa) estudian anular la decisión de sus antecesores y retornar a la situación anterior. Los actuales dirigentes del Sespa argumentan que la medida puede generar abundante litigiosidad. Y agregan que en el tiempo que lleva vigente ha dejado prácticamente sin tarea a los especialistas de la Lila y, en cambio, ha aumentado las listas de espera en el HUCA. 

Entre tanto, la diputada autonómica del PSOE Pilar Alonso ha esgrimido sentencias del Tribunal Supremo que respaldan la medida del Gobierno de Areces. Los socialistas subrayan que en el actual contexto de crisis y ajustes, retribuciones de las cuantías citadas «son totalmente inexplicables». Según la diputada socialista, «la Administración tiene que defender intereses generales y no particulares». 

Todos los datos citados corresponden a varias decenas de médicos «de cupo», denominación que obedece al hecho de que tienen a su cargo un cupo determinado de pacientes. Se trata de una categoría antigua, de larga tradición y no exclusiva de la sanidad asturiana, que se halla en vías de extinción. En la región sólo quedan varias decenas de profesionales bajo este régimen. 

Pese a sus elevadas retribuciones, muchos de los médicos de cupo son interinos, y lo previsible es que sigan siéndolo hasta su jubilación. Aunque tienen abierta la opción de «jerarquizarse», muchos la han rechazado debido a que les supondría un fuerte incremento de jornada laboral (de doce horas y media a treinta y cinco semanales) que no se vería compensado por una mejora retributiva. 

Muchos de los médicos de cupo que continúan en activo se iniciaron en la profesión como ayudantes del jefe del cupo. Cuando éste se jubiló, la Administración tenía la potestad de amortizar las plazas tanto del titular del cupo como de sus ayudantes. Pero no se hizo. Y estos especialistas han ido viendo aumentados sus cupos de enfermos a medida que se jubilaban otros colegas de la misma especialidad. Este incremento de la cifra de pacientes les acarreó un aumento de salario, pero no de jornada laboral.

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