Reunión Grupo de Trabajo Calendario Laboral

Se constituyó el pasado 26 de febrero el Grupo de Trabajo de Calendario Laboral, surgido de la Mesa Delegada del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y sus Organismos Autónomos, al objeto de examinar la Resolución de 28 de diciembre del pasado año, en la que la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas dictaba instrucciones sobre aquella materia.

Era interés de la Subdirección de Recursos Humanos, que se analizara punto por punto la citada resolución para examinar con detalle los aspectos que contempla, pero sobre todo, avanzar más en aquellos puntos que, según su criterio, la aclaración era más ampliamente demandada por el personal, al objeto de ir transmitiendo información al conjunto de los empleados públicos .

Es decir, que para contribuir al logro de la primera intención, que no era otra, sino el exámen minucioso de las instrucciones, había que comenzar analizando el precepto 11 de la norma, es decir: “Justificación de Ausencias”.

Teníamos ocupada nuestra atención en la novedad del asunto que nos había congregado, cuando se comenzaron a desgranar las ideas, planes y proyectos que, sobre esta materia tenía la Subdirección General de Recursos Humanos: Pasaría a ser absolutamente necesario acreditar cualquier ausencia, a fin de valorar la relevancia de cada una y examinar adecuadamente si se aplicaba una suerte de conmiseración,  o bien, una penalización con contenido económico.

Surgiría así un sistema del que nacerían multitud de procedimientos de acreditación  y actuación para cada uno de los supuestos de ausencia: para cuando la enfermedad o accidente no da lugar a Incapacidad Temporal, para cuando se juzgue que la ausencia es por enfermedad o accidente grave; para cuando la ausencia está motivada en criterios de conciliación de la vida laboral y familiar, etc.

Todas estas ideas tenían como fin, perfeccionar una actuación sistemática de acreditación de las ausencias. Así, se buscaban procedimientos para acreditar el parentesco, la enfermedad, el accidente, el ingreso hospitalario, el ingreso ambulatorio, la simple consulta, la necesidad personal  y todas y cada una de las posibles contingencias que pudieran producir la inasistencia al centro de trabajo.

Todo ello exigía, como no podía ser de otra manera, el recíproco conocimiento de los representantes de Grupo de Trabajo, e incluso se nos reclamaban ideas para  la adecuada acreditación de las ausencias.

Siendo constante, que los hombres no obran sin que algún impulso mueva o determine su acción, y que este impulso debe ser proporcionado a la grandeza de las acciones que pretenden producir, a vosotros os toca señalar, después de leer este comunicado, cual pudo ser el impulso que mueve tan poderosamente a priorizar tan extravagante orden.

Pretenden acostumbrarnos a que cualquier ausencia al trabajo, traiga en pos de si, pesquisas, procesos y todo un séquito de molestias y vejaciones forenses. Pretenden que bajo tan dura policía nos acobardemos y renunciemos a nuestro derecho a la salud y a nuestro derecho a conciliar la vida laboral y familiar.